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lunes, 13 de marzo de 2017

Reikiavik, un paraíso al sur de Islandia



¿Estás buscando un destino diferente para tus vacaciones de Semana Santa? ¿Piensas que conoces todos los rincones de Europa? Te invitamos a viajar a una de las ciudades más modernas, limpias, mágicas y seguras del mundo; Reikiavik. ¡Una vez que la conozcas, repetirás!


Te proponemos un plan para tu próximo viaje en solitario. Si tu objetivo es alejarte de la tensión diaria del trabajo y la contaminación de la ciudad, podrás tomar un vuelo en Madrid, Barcelona o Alicante y plantarte en cuestión de cuatro horas en la capital de Islandia. Reykavik es el referente de ciudad dinámica, creativa, moderna, verde, acogedora y fantasiosa, donde tu mente se disparará en cuanto pongas un pie en suelo islandés. 

Ubicada al sudoeste del golfo Faxaflói, cuenta con una demografía de 180.000 habitantes, convirtiéndose en la ciudad más poblada del país. Hablar de Reikiavik es hablar de una capital nórdica que tiene sus orígenes históricos en el año 874, fecha en la cual su primer colono, Ingólfur Arnarson  asentó por primera vez su finca en este mágico lugar. No sería hasta el siglo XVI cuando la capital islandesa comenzaría a convertirse en un referente del comercio y a partir del siglo XIX a experimentar un ingente crecimiento poblacional. 

Cuna de la literatura y la música islandesa, la economía de Reikiavik depende fundamentalmente del sector servicios, aunque las industrias y laboratorios de biotecnología o ingeniería genética también tienen su peso. Aunque la agricultura y la ganadería ocupan un lugar secundario, la pesca si consigue mantenerse en pleno siglo XXI en alza gracias a disponer este enclave del puerto pesquero más grande del país y uno de los más importantes de los países nórdicos.

El sector turístico ha ganado una gran repercusión en los últimos años gracias al rodaje de escenas de la serie Juego de Tronos en esos paradisíacos y naturales parajes islandeses. Anteriormente, Julio Verne ya definió a Reikiavik como el lugar de partida hacia el centro de la tierra. Sus geiseres, campos de lava, glaciares y cascadas generan una sensación de libertad y tranquilidad en el turista que le hace sin duda repetir en su viaje. 

A pesar de sus bajas temperaturas durante todo el año, de contar en invierno con apenas 4 horas de luz solar y de poseer las noches veraniegas con más luz de todo el mundo, Reikiavik ha logrado posicionarse entre uno de los destinos turísticos que más ha crecido en los últimos años, aunque su escasa masificación quizás es la que más invita a los turistas que deciden viajar solos a contemplar la belleza de este enclave europeo. Es curioso que los irlandeses todavía empleen las aguas termales para calentar sus viviendas, las piscinas municipales y la playa termal de Nauthólsvik (a unos 15 minutos del centro).


Resulta sencillo pasear por el centro de Reikiavik y descubrir los tesoros que esconde esta ciudad cosmopolita plagada de museos, galerías de arte, cafés y sobre todo el aroma puro que desprenden las flores de las bajas y coloridas casas de la zona. Si te gusta el ocio nocturno, la capital islandesa te ofrecerá la posibilidad de visitar tiendas modernas, tomar un café, disfrutar de un concierto o vivir la aventura de la noche en uno de sus vibrantes bares. ¿Cómo es su gastronomía? Los pescados, los mariscos y el cordero son los tres pilares de la alimentación islandesa, destacando especialmente la sopa de langosta y la carne de ballena.

Viajar a Reikiavik significa viajar a una de las ciudades más limpias y seguras del mundo, que a pesar de no contar con la riqueza artística que puedan poseer otras capitales europeas, destaca por dos puntos emblemáticos: la iglesia Hallgrímskirkja y la colina Öskjuhlíð, con el impactante edificio de Perlan. Así mismo, no podrás marcharte de Reikiavik sin contemplar el lago Tjörn, el distrito 101, el Harpa Concert Hall, el Museo de las Sagas, el Parque Nacional de Skaftafell o el Zoo de Reikiavik. Es curioso que en un día de buena visibilidad pueda incluso contemplarse el glaciar Snafellsness, el cual se encuentra a unas 3 horas en coche desde el centro.

Reikiavik, capital de la isla de hielo y fuego. Un destino pensado exclusivamente para aquellos que quieren viajar solos, disfrutar de la naturaleza, admirar una cultura diferente y no mirar el reloj.

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