Si nos mencionan el nombre de Riviera Maya enseguida
se nos viene a la cabeza la zona turística de México con sus playas
interminables y su clima tropical, un
paraíso soñado por todos nosotros. La Riviera Maya, aparte de lo que todos
conocemos de ella, tiene muchas otras cosas que ofrecer.
Uno de los
lugares más mágicos de la Riviera Maya corresponde
a las ruinas de Tulum. Tulum fue una
ciudad maya amurallada situada al sureste de México, en la costa del Caribe.
Esta ciudad se construyó hace 8 siglos y debido a su buena situación se
convirtió en un importante centro donde se realizaban intercambios comerciales.
Se han encontrado indicios de que Tulum fue un sitio de culto, al cual se iba a
orar a los dioses. La entrada a estas ruinas suele costar casi 3 euros y merece
la pena visitarlas.
Otras maravillas de la naturaleza que se esconden en
la Riviera Maya son los cenotes. Un cenote es un pozo o estanque de agua dulce
que se originó al suelo calcáreo y que fue filtrando el agua de lluvia creando
estos bellos parajes. Los cenotes pueden ser abiertos o semiabiertos y tienen
una estructura generalmente subcircular con paredes rocosas y plagadas de
vegetación. Los antiguos mayas veían en
estas estructuras un lugar donde poder purificarse. Darse un baño en ellos
puede ser una experiencia inolvidable.
¿Conoces las delicias de la comida de Yucatán? No
podemos irnos de la Riviera Maya sin haber probado sus deliciosos y originales
platos como los papadzules. Este plato se compone de unas enchiladas
acompañadas de salsa de pepitas verdes de calabaza. Otro plato que no debemos
dejar de probar es la sopa de limas. Como su nombre indica está hecha de limas
y acompañada de pollo, ajo y cebolla. Los más golosos no pueden quedarse sin
probar la paleta de merengue. Es curioso
como en los dulces de Yucatán encontramos gran influencia española ya que
abundan los mazapanes y barquillos.
Adentrarnos en Xibalbá es uno de los espectáculos
visuales más fascinantes para el ser humano. La mitología maya lo describía
como el inframundo pero consiste en un gran laberinto de ríos subterráneos. Fue en el año 2008 cuando los arqueólogos descubrieron
la entrada a este mundo, quedando fascinados. En su interior llegaron a encontrar restos humanos y de artesanía. Según los antiguos mayas cuando la persona
fallecía su alma recorría durante 5 años el Xibalbá.
En
definitiva, la Riviera Maya tiene mucho más por descubrir aparte de ser uno de
los destinos más famosos de sol y playa.
La mezcla que ofrece de la cultura maya y sus bellos parajes dan para mucho
más.
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