Canadá es
sinónimo de calidad de vida y de bellos e interminables países naturales a modo
de frondosos bosques cerca de las grandes capitales del país. Bosques con lagos
azules y montañas en cuya cúspide se encuentra amarrada la nieve durante gran
parte del año debido a sus altas altitudes.
Pero si hay un
paisaje que se repite en muchos reportajes, noticias y blogs a la hora de
hablar de este verde país es el famoso Lago Moraine. Su origen procede de la época glacial, tiene una profundidad de unos 14
metros y mide poco más de medio
kilómetros de metros cuadrados. Su belleza es tal que cada año atrae la
curiosidad de más de 1 millón de visitantes, tanto locales como foráneos.
Si queremos
visitar el lago Moraine de Canadá debemos trasladarnos al Parque Nacional
Banff, cerca de una de las ciudades más importantes del país, Alberta,
Canadá. Y más concretamente en el Valle de los Diez Picos o Valley of the Ten
Peaks. El lago Moraine se levanta hasta unos 1884 metros sobre el nivel del mar
y alcanza su máximo esplendor y capacidad acuífera hacia el mes de junio.
Viajar a Canadá
Situado a apenas
14 kilómetros de distancia de otro lago a tener en cuenta por su belleza, el
lago Louise, el azul de sus aguas es uno
de sus grandes atractivos. Y es que este intenso color procede de la refracción
de la luz a causa del polvo de roca depositado desde las montañas. Sin
duda, visitar el lago Moraine es hacerlo al corazón auténtico del estilo de
vida de la población canadiense, tan apegada a la gran naturaleza de su país.
La práctica de
senderismo es parte casi obligada para todos aquellos amantes del verde y el
olor a vida que desprenden estas montañas. Alrededor
del lago existen varias rutas de senderismo pero que a veces se encuentran
cerradas debido a la aparición de los
osos grizzli, sus verdaderos habitantes.
Entre sus rutas más populares, se encuentra la de
Rockpile con 300 metros de longitud y un desnivel de sólo 24 metros. Desde
lo alto de sus rocas se puede disfrutar de la mejor vista del lago Moraine,
instantánea también conocida como la Twenty Dollar View, la "Vista de los
veinte dólares", ya que apareció en el reverso de los billetes de veinte
dólares canadienses de 1969 y 1979.
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