Está considerado el jardín más bello del
Planeta. Su viva naturaleza, sus diferentes tonalidades y su grandiosidad dejan
boquiabiertos a todo turista single que se precie. Se encuentran en Holanda y
cumplen a la perfección la regla no escrita de que para los holandeses las
plantas y los colores por doquier forman parte intrínseca de su paisaje.
A lo largo de 32 hectáreas y situado entre las localidades de Lisse e Hillegom se
encuentra el jardín
Keukenhof, el mayor jardín de Europa.
También hay quienes consideran el jardín Keukenhof como el jardín más bonito
del mundo. Y es que no para menos, su gran número de fuentes, lagos, antiguos y
típicos molinos holandeses y sus recovecos están adornados por una de las mayores extensiones de flores de
colores del mundo.
Digno de la mejor postal e idóneo para los
amantes del paisajismo y la naturaleza, el jardín Keukenhof esconde tras de sí
su propia historia. Se recomienda verlo
del 20 de marzo hasta el 18 de mayo, en plena época de florecimiento de los
tulipanes y su nombre significa jardín de la cocina aunque su belleza es
igual de sorprendente durante todo el año. Así lo bautizó una noble de nombre
Jacqueline de Baviera, ya que según afirmaba los olores de su jardín le
recordaban a los olores de su cocina. Tras su muerte, la nueva baronesa, Van
Pallandt quedó tan fascinada por semejante belleza que decidió diseñar el
parque tal y como lo conocemos en la actualidad. Corría el año 1840.
Se dividió en cuatro zonas o pabellones y el paisajista encargado de tal obra decidió
inspirarse en los famosos jardines de los aristócratas ingleses. E incluso,
hacerlos más bellos sí cabe. Al final, Oranje Nassau, Reina Juliana, Reina
Beatriz y Willem Alexander acabaron de formalizar el jardín Keukenhof, el mayor
jardín de Europa. Y también, el más bonito.
A lo largo de sus paseos y avenidas también hay posibilidad de entrar en
algunos de sus invernaderos y comprar semillas, flores o bulbos de las plantas
que allí se encuentran y llevar a cabo un propio jardín. Y para acceder a
ellos, hay que llegar hasta las localidades de Haarlem y Leiden, donde se
encuentran autobuses turísticos que llevan directamente a él.
Los mejores planes a la hora de visitar el
jardín Keukenhof es recorrer en bicicleta sus campos de bulbos, navegar por los
canales en la denominada barca de los susurros -una pequeña embarcación
eléctrica- o sobrevolar Keukenhof desde
un avión para contemplar este paraíso multicolor desde el cielo. Sin duda,
una visitada obligada para todo aquel que vaya a visitar los Países Bajos.
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