Malmo y Copenhague son dos de las
ciudades nórdicas más importantes. A pesar de estar en dos países diferentes
(Malmo es sueca y Copenhague es la capital de Dinamarca) sólo las separa un
puente de varios kilómetros que cruza el mar Báltico. A parte de la visión
impresionante que podemos tener del Báltico al atravesarlo, hay muchísimas
cosas que ver tanto en Malmo como en Copenhague.
Por eso, en este artículo hemos
hecho una recopilación de las cosas más interesantes que ver en tanto en Malmo como en
Copenhague. En primer lugar, una cosa digna de admirar ya desde el
principio es el famoso puente de Øresund que une ambas costas del Báltico y
que es una de las mayores proezas de la ingeniería. Este puente puede competir
en desarrollo y magnitud con otras obras de la ingeniería como pueden ser los
rascacielos de Dubai u otros puentes más antiguos como el de San Francisco. Merece la pena visitarlo.
¿Qué ver en Malmo y Copenhague?
En Malmo, sin duda el punto más
importante que conviene ver es la Stortoget, un lugar central alrededor del
cual se articula la ciudad entera. En él está el ayuntamiento y la estación de
ferrocarril y de él sale la principal arteria comercial de la ciudad. En esa
zona también están edificios muy singulares como la Farmacia del León, que
tiene una de las fachadas más hermosas de la ciudad. De hecho, en uno de los
muros de la farmacia, aún se conservan anuncios y productos del siglo XIX.
El edificio más antiguo de Malmo
tampoco está muy lejos. Se trata de la iglesia de San Pedro. Data del siglo XIV
y, a pesar de ser de esa época y haber sido construida bajo el influjo de las
nuevas iglesias alemanas, la torre no es tan antigua. Además de la Stortoget y
la iglesia de San Pedro, otra zona que destaca por su interés en Malmo es Lilla
Torg, donde se pueden degustar las especialidades locales en uno de sus
numerosos restaurantes.
Copenhague, por su parte, no se
queda atrás en todo lo que tiene que ofrecer al viajero. Sin duda, una de
las mejores formas de descubrirla es como hacen los locales: en bici. Y es
que no en vano Copenhague es una de las ciudades más ecológicas de Europa y
donde mejor se trata a los ciclistas. Nada que ver con España. Además de las
bicicletas, otra opción para descubrirla es el kayak. No son pocos los
operadores que ofrecen este tipo de tours.
Sin embargo, quizás lo más
especial en Copenhague sea el barrio de Christiania. Se trata de un barrio
hippie al más puro estilo Haight-Ashbury
de San Francisco pero con una clara inclinación europea. Los grafitis, las
casas de estilo groenlandés, los restaurantes aptos para veganos y los
conciertos y murales harán las delicias de los amantes del estilo de vida más
alternativo.
Por último, podemos visitar
también en Copenhague el castillo de Rosenborg y el palacio de Amalienborg,
dos joyas arquitectónicas de lo más imponente que no tienen nada que envidiar a
los suntuosos palacios y castillos de la Europa occidental.
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