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lunes, 15 de enero de 2018

El pueblo del flautista de Hammelin


¿Quién no recuerda una famosa fábula escrita por los hermanos Grimm donde un encantador pueblo medieval era invadido por ratones y liberado por un astuto flautista? El flautista de Hammelin es uno de los cuentos infantiles más populares y exitosos de todos los tiempos. Y todo un emblema de este pequeño municipio alemán que cada verano invita a los turistas a disfrutar de las representaciones de esta historia en sus calles.

Viajar a Hammelin, en la Baja Sajonia alemana, no es solo vivir de primera mano la historia de este famoso cuento del siglo XVII. Hammelin tiene un sinfín de atractivos que merece la pena descubrir y disfrutar de la esencia de un auténtico y encantador pueblo del centro de la Alemania más tradicional. En él residen apenas 60.000 personas y el famoso río Weser, uno de los más emblemáticos del norte del país, pasa por la mitad de sus calles en un largo recorrido que supera los 450 kilómetros.

Hammelin se encuentra rodeada de bellas y delicadas colinas del sistema montañoso Weserbergland, situación que le ha permitido desarrollar también un turismo basado en el senderismo y la explotación de interesantes paisajes. También en los paseos en barca por su río a la vez que se contempla un marco espectacular donde lo verde es el verdadero protagonista, acompañando a un pueblo que conserva aún hoy en día un aire medieval y encantador.

A la hora de recorrer sus calles, cabe tener en cuenta que visitar Hammelin en Alemania es recorrer su carismático centro histórico o Osterstraße y el Pferdemarkt, o mercado de caballos. Entre ellos, callejuelas amables y tranquilas que incluso conservan suelos adoquinados y donde la madera forma parte de la arquitectura típica de este pueblo. Cafés, pequeños restaurantes y terrazas al aire libre para disfrutar, mejor en verano, de un ambiente agradable y fresco.



Am Markt es la plaza mayor de Hammelin y el lugar de representación del famoso cuento entre mayo y septiembre a las 12 del mediodía. En ella se encuentran una serie de interesantes edificios como la Hochzeitshaus, construida entre los años 1610 y 1617 y lugar donde se realizaban en la antigüedad las fiestas del pueblo. En su fachada, destacan sus grandes campañas y una ventana de madera donde a las doce del mediodía aparece un flautista, sus famosas ratas y niños.

También podemos encontrar la Iglesia de San Marcos, construida apenas hace sesenta años sobre los restos de otra iglesia del siglo XI destruida durante la II Guerra Mundial. En su interior, destaca una vidriera de colores sobre el famoso cuento. Y, por supuesto, la Rattenfängerhaus, la casa del Flautista de Hammelin y lugar de peregrinaje de los turistas hoy convertida en un típico restaurante.




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